LA PROBLEMÁTICA DE LA GESTIÓN DE LOS DAÑOS A LA AGRICULTURA POR LA FAUNA CINEGÉTICA

EN SU SOLUCION SE DEBE IMPLICAR TODA LA SOCIEDAD, NO SOLO LOS CAZADORES

Tal como dispone la Ley de Caza y Pesca, “los daños causados por la fauna cinegética en la agricultura se indemnizarán por quienes resulten responsables conforme a la Legislacion Civil”, y de hecho, a través de la gestión de los cotos en la época en la que está permitida la caza, el exceso de poblaciones se regulan a través de la caza, principalmente jabalíes, corzos o ciervos, y en la zona sur en la margen derecha del Río Ebro ocasionadas por conejos, ya sea ampliándola o regulándola en la época de caza como convenga, pero el gran problema surge cuando estos se producen en época de veda en la que no está permitida la actividad cinegética, o cuando hay que cazar en invierno con nieve en los valles pirenaicos,  y por ello, para poder extraer el exceso de animales impera llevarla a efecto a través de unas medidas excepcionales que exigen como requisito disponer de un guarda de caza que el Gobierno obliga a contratar a los cazadores que está generando muchas quejas de los cazadores al ocasionar un gasto económico que muchas veces no pueden abonar por falta de medios.

ADECANA SOLICITÓ ARREGLAR ESTE PROBLEMA PERO NO SE LE HIZO CASO

Este problema  pudo ser solucionado hace unos años cuando se modificó en el año 2007 el Parlamento de Navarra el artículo 51 de la Ley de Caza y Pesca, que originariamente pretendía imponer obligatoriamente la figura del guarda a todos los cotos de Navarra, y que gracias a Adecana  que pactó con la mayoría parlamentaria necesaria que el guarda únicamente fuera necesario para los manejos de poblaciones, caza a rececho de ciervos, monterías, controles anuales de poblaciones, cierres de cotos por gestión deficiente, pero a pesar que a priori estaba pactado con la suficiente mayoría de grupos parlamentarios (UPN, PSN, NABAI PP), en última instancia y en momento anteriores a la votación definitiva, a pesar de que por parte del PSN hubo máxima colaboración, gracias a una de sus parlamentarias que discrepaba en este último aspecto por quedar bien con IU-IE,  se incluyó como enmienda In Voce también esta obligatoriedad en las autorizaciones excepcionales de caza por utilizarse métodos establecidos en su artículo 39, como por realizarse fuera de la temporada de caza, obligando con ello las sociedades de cazadores a contratar a su costa un guarda de caza, cuando lo que están haciendo es ayudar altruistamente a solucionar un problema ajeno  de agricultores y ganaderos. Ante ello desde ADECANA manifiestan que los cazadores en este tema sienten lo que dice un conocido refrán que por su crudeza no reproducimos, que “no solo les menosprecian cuando lo que están contribuyendo a arreglar un problema, sino que además por normativa además abusan de ellos haciéndoles abonar un dinero por ello.

 

 

PRESENTACION DE UN BORRADOR DE UNA REGULACION DE LOS METODOS DE CONTROL DE DAÑOS DE LAS ESPECIES CINEGETICAS

Hace unos días se ha presentado a la Comisión Asesora de Caza un borrador de una Orden Foral para establecer de manera integral lo que anteriormente estaba disgregado en diversas normativas, estableciendo los métodos de control DE especies cinegéticas causantes de perjuicios importantes para la salud o la seguridad de las personas, para la agricultura, ganadería, o para la fauna silvestre, concretamente para animales asilvestrados,, el conejo, el jabalí, el corzo, el ciervo, el zorro, la urraca, corneja, la grajilla, y el ánade real.
Entre las modalidades propuestas merece la pena destacar los Métodos de control del Jabalí en acotados de caza en días de nieve cuando se den unas determinadas condiciones, lo que los cazadores entienden que no son suficientes para solucionar este problema sobre todo en los valles pirenaicos donde en años de climatología adversa se quedan parte de la temporada sin poder cazar, con los problemas que a posteriori ello supone en daños a la agricultura en periodo de veda. A entender de los cazadores ello supone un contrasentido, por un lado admitir que esto es un verdadero problema, y en vez de dar las máximas facilidades en época de caza para solucionarlo, se ponen todo tipo de pegas y condicionantes que lo único que va a conseguir es que las sociedades locales de estos lugares no puedan colaborar en solucionarlos.

LAS SOCIEDADES DE CAZADORES OPINAN

Jose Luis de Pablo, cazador y gestor en el coto de Villafranca, afirma que “si los cazadores realizamos una Gestion correcta los daños ocasionados por especies cinegéticas no deberían en ningún caso suponer unos gastos económicos para la sociedades de cazadores. En cuanto a su regulación y control siempre hemos estado de acuerdo en colaborar y aportar nuestro trabajo en las época de caza, pero fuera de la misma no estamos dispuestos a tener que encima pagar un guarda.”

Para este vocal de Adecana “existe suficiente personal dentro de los ayuntamientos ya que cada vez más disponen de guarderío de campo, a los que les están obligando a sacarse el título de guarda, que pueden encargarse del control de este tipo de actuaciones a realizar fuera de temporada. Este tipo de personal puede ser muy adecuado para dar el visto bueno y controlar este tipo de actuaciones.” “Lo mismo que se ocupan de choperas, regadíos, etc, perfectamente se podían ocupar de esto”.

Jose Luis hace mención al respecto que “varios cotos se han tenido que cerrar en Navarra por no poder asumir los gastos de contratación de guardas y tras un periodo de tiempo cerrados, han tenido que ser los propios agricultores los que han tenido que solicitar a las sociedades que vuelva a ejercer la actividad para minimizar los daños.“. “Frente a lo que erróneamente se planteó en el Parlamento de Navarra de que la solución para el control de los daños es la obligatoriedad de guardas a cargo de los cazadores, la realidad es esto solo se puede arreglar aprovechando el guarderío de campo que los ayuntamientos les están obligando a sacar el título, o policía municipal de los pueblos, y guardas de medio ambiente del Gobierno de Navarra”.

Desde Caparroso, su guarda Mario Hernandez, nos informa “del problema que ahora está ocurriendo en las plantaciones de maíz, que ahora está saliendo sus plantones, nos llaman de todos los sitios para ayudar a minimizar los daños que en ellos ocasionan los jabalíes, pero como es en época de veda, la autorización para eliminarlos ha de ser extraordinaria, con los gastos que ello supone”.

 

 

Oscar Alcat de Isaba, afectado por la caza con nieve, indica “ tras una primera lectura del borrador de la Orden de Daños opina que para una oportunidad de hacer una normativa lógica y que soluciones realmente los problemas, volvemos a las andadas del mundo burocrático, nuevamente para poder disponer de una autorización excepcional por daños. Vamos a tener que hacer todo tipo de tramitaciones, y encima a pago, los 15 o 30 cm. de nieve son medidas que la obligatoriedad del guarda en las autorizaciones, se entiende que sobran, ¿no sería más fácil hacer constar en la Orden de Vedas que en la zona pirenaica que los días de nieve hasta 30 cm. se podrá cazar sin problemas, siempre y cuando los niveles de población de jabalí lo permita? En mi opinión, la Orden que se pretende no va a solucionar el problema de la caza con nieve en el Pirineo, que debería tener una excepción en la orden de vedas semejante a lo regulado a nuestros vecinos de Aragon”.

Jose Mari Agramonte, vicepresidente de ADECANA, opina que “Con la implantación del Canal de Navarra, la agricultura de la zona de afección del mismo está cambiando mucho, siendo cada vez más intensiva, y por ello, la sociedad navarra tiene que adecuarse a ello y buscar soluciones a los problemas que ello está generando medioambientalmente, pero para ello hay que aplicar el sentido común”. Jose Mari dice que “Hoy en día con el aumento de plantaciones que mejoran el alimento de las especies cinegéticas, no podemos pensar que no va hacer daños, sino que estos se van a incrementar, y por lo tanto hay que aplicar el sentido común”. “El bienestar social y el progreso tiene que llevar aparejado un cambio de Gestion en la responsabilidad y en el control de los daños, no teniendo que cargar con ello en exclusiva los cazadores, sino la sociedad en su conjunto. Agramonte finaliza afirmando que “Frente a la falta de previsión de las afecciones que podía causar la implantación del Canal de Navarra, ahora es el momento de proceder a subsanarlos y distribuir las obligaciones y colaboración entre todos los sectores de la sociedad.”.