LA ADMINISTRACION SIGUE CARGANDO EN LOS CAZADORES LA RESPONSABILIDAD DE LA CONSERVACION DE LA PERDIZ, PERO ES A ELLA LA QUE LE CORRESPONDE HACERLO
ANTECEDENTES:
Las zonas centro y sur de Navarra hace 50 años eran un paraíso de la perdiz al ser un hábitat asociado a una agricultura y ganadería tradicional y al característico hábitat ideal para el desarrollo de las aves esteparias en forma de mosaico en el que se mezclaban campos de cultivo tradicional salpicados con liecos de matorral autóctono mantenidos bajo control con el ganado y las quemas controladas. Gracias a ello el campo estaba lleno de perdices y otras aves que lo poblaban.
¿Qué ha ocurrido desde entonces? El problema no lo han creado los cazadores, sino el cambio de uso del hábitat de la estepa cerealista causado por unas concentraciones parcelarias muy agresivas, los regadíos y los métodos de laboreo, recolección y recogida de los cultivos, todo ello agravado por el uso de fitosanitarios, herbicidas y efecto de los predadores que acentúan el problema.
Lo que está ocurriendo con la perdiz no es más que un indicador de lo que está pasando con el resto de las especies, ya que en las zonas donde se cultiva de forma intensiva no solo están disminuyendo estas, sino especies de todo tipo como micro mamíferos, insectos de los que se alimenta la fauna tanto cinegética como protegida.
Floren Markina, Doctor en Ciencias Biológicas y gestor de Aran Navarra Servicios Medioambientales tampoco está de acuerdo en la gestión que se está haciendo de los hábitats de las especies esteparias.
“En mi consideración la problemática que rodea a la perdiz roja en Navarra, en general, se basa en una progresiva pérdida de hábitat por la transformación de los usos tradicionales del campo (agricultura y ganadería, fundamentalmente), influyendo poco, o muy poco, la presión cinegética que se realiza sobre la especie. Véase el caso de acotados que han optado por la veda de la especie, y siguen perdiendo población al mismo ritmo, que antes del cierre de su aprovechamiento”.
VISICITUDES QUE TIENEN QUE PASAR LAS PERDICES HASTA LLEGAR A ADULTAS:
El primer envite que deben de superar es que como cada vez hay menos lugares donde poner los nidos, muchas parejas se ven obligadas a depositarlos en el cereal, resultando destruidos muchos de ellos tras el paso de las cosechadoras y empacadoras. Hay un estudio del Gobierno de Navarra que lo demuestra.
Las nidadas que consiguen sacar adelante tienen un gran problema, y es que el único alimento de las perdiganas en sus primeras semanas de vida son los insectos, y con la proliferación de herbicidas, insecticidas y fitosanitarios que actualmente se trata el campo prácticamente ya no existen, o los pocos que restan en el campo o están muertos o afectados por los venenos de los tratamientos, muriendo muchas de ellas por falta de alimento o envenenadas.
Las que logran sobrevivir, se encuentran con que los lugares donde antaño vivían, por la degradación medioambiental están al límite de su capacidad de carga para albergar sus poblaciones, ya que por un lado los campos después de ser cultivados y retirada la paja están como un erial sin protección alguna, y los liecos donde antaño se refugiaban y obtenían alimento, están totalmente invadidos de vegetación impenetrable. Sin mejoras medioambientales no pueden criar más perdices.
¿Qué ocurre con las medias perdices que a pesar de ello han conseguido sobrevivir? Que tras la recolección del cereal y recogido de la paja, y posterior arado de los campos, estos se han convertido en un erial sin protección alguna, por lo que cuando se tienen que desplazar en busca de alimento y agua, están a merced de todo tipo de predadores, que hoy en día son mucho más abundantes por la legislación tan limitante para extraerlos del medio.
A LA ESPERA DE QUE LA ADMINISTRACION PRESENTE A LA COMISION ASESORA DE CAZA EL PLAN ADAPTATIVO PARA LA GESTION DE LA PERDIZ Y LA RECUPERACION DE SU HABITAT
En la reunión de la Comisión Asesora de Caza de la pasada primavera Medio Ambiente incluyó en su punto 3º del Orden del Dia “ LA HOJA DE RUTA DE LA “PERDIZ ROJA”, en la que se nos propuso a los asistentes un cronograma con unas fechas concretas de un plan adaptativo para la gestión de esta especie, la Administracion se comprometió que se nos enviaría tras acabar el verano, pretendiendo que sea consensuado entre el sector cinegetico y la administracion con el fin de adaptar la gestión cinegética a la realidad de sus poblaciones, pero nos encontramos a finales del mes de octubre y seguimos sin tener noticia alguna acerca de ello, por lo que por parte de ADECANA se ha propuesto al Presidente de la Comisión Asesora de Caza la convocatoria en una reunión en la que conste este importante tema en el Orden del Día.
EL PROBLEMA DE LA PERDIZ EN NAVARRA SOLO SE PUEDE SOLUCIONAR MEDIANTE LA RECUPERACION DEL HABITAT
Un aspecto muy importante que hay que tener en cuenta para la solución de este problema es que las competencias sobre el hábitat les corresponden a la Administración foral y a las entidades locales en sus terrenos comunales.
Los cazadores, por más dinero que gastemos en ello, solo son unos pequeños parches que mejoran algo la situación, pero unas gotas de agua dentro de la inmensidad de la estepa cerealista. Por ello, lo que realmente se necesita para solucionarlo es un cambio en la política del Gobierno apostando fuertemente por ello aumentando significativamente las partidas de las subvenciones para ello y en la política general agraria, ya que de poco sirve que por parte de los cazadores y de la administracion se trabaje en una serie de medidas de regeneración de los hábitats, si luego la actividad agrícola va totalmente por libre respecto a las anteriores.
En la actualidad para mejorar el hábitat de la perdiz no hay más que acudir a los conceptos subvencionables de las Resoluciones de ayudas para mejora del hábitat de especies cinegéticas para el año 2021” , que subvenciona entre otros aspectos:
- Bandas de cultivo sin cosechar en el borde de parcelas agrícolas sin tratamientos.
- Siembras para la fauna.
- Desbroce de matorral para la mejora del hábitat de especies de fauna.
- Plantaciones de árboles y/o arbustos en manchas, plantaciones en formas lineales y de pies aislados.
- Y balsas adecuadas para especies de fauna así como su limpieza y cierres permeables para las especies cinegéticas.
Pero lo que hace falta es que el Gobierno de Navarra se implique mucho más en ello aumentando muy significativamente las partidas presupuestarias para ello, todo ello acompañado de una política agraria general más respetuosa con el medio ambiente de la cual hay que destacar lo siguiente:
- Que la Administración debe promover la diversidad y rotación de cultivos. Volver a introducir en el sistema de “AÑO VEZ” en los cultivos en secano, ya que es lo único que da diversidad de paisaje, implicando a las entidades locales en incluir clausulas en este sentido en los pliegos de la adjudicación de los comunales.
- Otra cuestión muy importante es que por la PAC se tienen que dejar las parcelas limpias en la peor época para la cría de las aves, para sacar la foto de los satélites. Es un tema que la Administración reconoce que está mal planteado, pero que siguen sin solucionarlo.
- Las medidas que se adopten mediante la aplicación de la política agraria europea de las medidas agroambientales, y de los Planes de Ordenación Cinegética tienen que ir totalmente integrados, unificados y coordinados en una normativa y planes de actuación que los haga efectivos.
- CONTROL DE PREDADORES, menos riguroso que el que se permite en Navarra, ya que en otras comunidades limítrofes lo permiten, y los cazadores tienen la sensación de que están trabajando en beneficio de las especies cinegéticas para alimentar a los predadores.
- Que los POC sean un verdadero instrumento de mejora del medio ambiente, no un simple “cuenta cuentos” de las especies que los habitan, los cuales en vez de ser únicamente cinegéticos, sino integrales de cada uno de los territorios que lo integran, incorporando medidas agrícolas, ganaderas, de actividades de ocio, etc.
Solo así podremos conseguir la recuperación de la perdiz y el resto de aves esteparias.