ARMAS Y MUNICIONES PARA CAZAR EN BATIDA

ARMAS Y MUNICIONES PARA CAZAR EN BATIDA

 

 

 

Autor: Miguel Iñigo Noain.

La modalidad de caza practicada condiciona el tipo de arma y las municiones más adecuadas. Las batidas y monterías de caza mayor se caracterizan porque los disparos se suelen hacer a corta o media distancia, generalmente menos de 50 metros, a unos animales que pasan a la carrera, perseguidos por los perros y que lo habitual es que dispongamos de pocos segundos para reconocerlos, apuntar y disparar.

ARMAS

El arma que debemos utilizar debe ser ligera, corta y manejable para conseguir un encare lo más rápido posible y debemos estar muy habituados a usarla. Si tuviésemos que elegir un arma ideal sería un rifle express, yuxtapuesto o superpuesto según nuestro gusto pues ninguno de los dos sistemas tiene ventajas definitivas sobre el otro, son armas más cortas que cualquier otra de igual longitud de cañón y disponemos de dos disparos (hoy en día existen de tres) muy rápidos y sin fallos pues sus mecanismos son independientes. Uno de sus mayores inconvenientes es que suelen ser caros pues no admiten la mediocridad en su fabricación y conseguir una buena convergencia de los cañones, para que ambos disparos impacten dentro de un círculo no mayor de 7 cm. a 70 metros, es una labor larga, delicada y al alcance solo de unos pocos expertos. Otro inconveniente es que a pesar de una buena convergencia de los cañones no están pensados para disparos a más de 100 o 150 metros con la condición de utilizar siempre la misma munición con la que han sido regulados en fábrica. Existen otras armas, emparentadas con los express como son los rifles mixtos, los drilling, etc. menos conocidos.

Otro arma adecuada para la batida a pesar de ser bastante larga es el rifle semiautomático, más económico y preciso que el anterior, pero que no debe engañarnos por su rápida capacidad de disparo pues lo más importante es asegurar el primero. Confiar en poder repetir los tiros sobre un animal corriendo es arriesgarse a fracasar. Su mecanismo de repetición es delicado y requiere un correcto mantenimiento para evitar interrupciones o encasquillamientos.

El rifle de cerrojo, en contra de lo que muchos piensan, es un arma perfectamente adecuada para la caza en batida, es robusto, sencillo, seguro, fiable y muy preciso incluso los más económicos. La única condición, como con cualquier otra arma, es asegurar el primer disparo.

Las armas de corredera o trombón y las de palanca, siendo también muy efectivas en las batidas apenas si se conocen entre los cazadores de nuestros cotos.

La escopeta, sobre todo si es semiautomática o de corredera, del calibre 12 y con cañón especial para disparar balas, es también un arma válida, teniendo en cuenta que por las características de su munición su alcance efectivo y preciso se limita a 60 o 70 metros.

Toda arma necesita para ser efectiva un buen sistema de puntería que nos asegure el impacto en el punto deseado. Si tenemos en cuenta las cortas distancias a las que habitualmente se dispara en batida y que el animal suele estar en movimiento, un buen sistema de alza y punto de mira bien ajustado puede ser suficiente, pero con la edad perdemos capacidad de acomodación visual y resulta difícil ver con nitidez el alza. En este caso es necesario recurrir a sistemas holográficos, de punto rojo o visores ópticos de pocos aumentos y gran campo de visión ( 1– 4 x 24 o 1-6 x 24 ) con iluminación o sin ella, especiales para la caza en batida. No debemos caer en el error de utilizar visores de muchos aumentos, pensados para otras modalidades de caza y no válidos para nuestras batidas y monterías.

MUNICIONES

La causante de la muerte de un animal es la bala, importa poco desde que arma se haya disparado. Es necesario impactar con la bala adecuada (calibre, estructura y peso) en el punto preciso de la anatomía del animal, afectando a órganos vitales y produciéndole una muerte rápida sin sufrimiento.

Cuando un animal se siente perseguido y en peligro, pone en marcha sus mecanismos de autodefensa, lo cual le confiere mayor resistencia a los impactos de las balas que estando en reposo. Al realizar los disparos sobre animales corriendo, es más difícil apuntar correctamente a zonas vitales de su anatomía. Por todo ello es conveniente utilizar municiones más potentes que las necesarias para cazar a rececho, modalidad en la disparamos sobre animales quietos, desprevenidos y en reposo.

Los cartuchos mínimos para cazar en batida serían el 270 Winchester, 280 Remington, 7 x 64, 7 x 65 y equivalentes con balas de al menos 150 grains. y punta redonda.

Mejor opción, pero no la ideal, son el 308 Winchester, 30 – 06, 8 x 57, etc. con proyectiles de 160 a 180 grains. no demasiado duros.

Los mejores cartuchos para cazar en batida son los que disparan balas de mayor calibre, lentas y pesadas como el 444 Marlin, 450 Marlin, 35 Wheelen, 9,3 x 62, 9,3 x 74 con pesos de bala entre 230 y 280 grains., estos proyectiles soportan bien el atravesar pequeños matorrales sin desviarse ni fragmentarse y tienen gran poder de parada. No tienen una trayectoria muy tendida pero son adecuados para disparos hasta 200 metros, distancia más que suficiente cuando se caza en batida. Su retroceso, en el arma adecuada, es moderado.

Los cartuchos “Magnum”, 7mm. Rem. M., 300 Win. M., 338 Win. M. etc. son válidos pero producen mayor retroceso y exigen ser disparados con cañones más largos (al menos 61 cm.) lo cual hace que las armas sean más largas y pesadas. Estos cartuchos están pensados para cazar a rececho y a grandes distancias. Los modernos MAGNUM CORTOS, tan de moda, no aportan ventajas apreciables sobre los tradicionales que llevan muchos años demostrando sus virtudes.

Cuando fallamos, no debemos culpar automáticamente al arma ni al cartucho. Todas las armas, visores y municiones son buenas si se utilizan en las modalidades de caza para las que han sido diseñadas. Culpa nuestra es si no hemos sabido elegir correctamente nuestro equipo y no estamos entrenados en su uso, todo deportista dedica muchas más horas a entrenarse que a competir y nosotros pensamos que podemos guardar las armas al acabar la temporada de caza, habiendo disparado solo en 2 o 3 ocasiones y que al volver a utilizarlas al cabo de 6 meses estemos perfectamente entrenados, grave error, causa de muchos fracasos.