DOS COLOSOS ALEMANES PARA LA BATIDA

DOS COLOSOS ALEMANES PARA LA BATIDA: 9,3 x 74 R  y  9,3 x 62

 

 

 

Autor: Miguel Iñigo Noain

 

HISTORIA:

Ambos cartuchos son de origen alemán, el 9,3 x 74 R fue diseñado y comercializado en el año 1900 para ser utilizado en rifles express y monotiro. Monta una bala 9,3 mm. y tiene una vaina con reborde (R) que facilita la labor de los extractores de estas armas y muy larga (74 mm.) para que al dispararlo genere presiones bajas, mejor toleradas por las básculas de este tipo de rifles. Con este cartucho se pretendía competir con otros similares de origen británico como el 400/360 Nitro Express.

El 9,3 x 62 fue diseñado por un armero berlinés, Otto Bock, en 1905 y su finalidad era dotar de un arma versátil, potente, segura y económica a los colonos y cazadores de las entonces colonias alemanas en África. Utiliza las mismas balas de 9,3 mm. que el anterior pero su vaina se adaptó en forma (sin reborde) y en medidas (62 mm.) para ser utilizado en los abundantes rifles de cerrojo Mauser 98, sistema que todavía no ha sido superado en fiabilidad y resistencia y que sigue siendo el preferido por todos los fabricantes de armas de gran lujo.

CARACTERÍSTICAS:

A pesar de ser muy diferentes en forma, ambos cartuchos tienen un rendimiento similar, en algunas cargas el 9,3 x 62 al estar pensado para su uso en rifles de cerrojo, cuyas acciones son más resistentes que las básculas de los express, genera más presión en recámara y como consecuencia una velocidad inicial y energía ligeramente superior al 9,3 x 74 R pero que no tiene diferencias significativas en la práctica. Por eso todo lo que digamos de uno vale para el otro.

El diseño de ambos cartuchos no pudo ser más acertado, son cómodos de disparar con un retroceso moderado, por lo tanto pueden utilizarse en rifles relativamente ligeros y no son necesarios cañones largos para aprovechar todas sus propiedades, son suficientes de 54 cm. lo cual hace que estas armas sean cortas y manejables. Son muy eficaces en una gran variedad de especies animales desde los más pequeños antílopes africanos y corzos hasta los grandes antílopes, búfalos, osos, ciervos, jabalíes, etc. incluso con determinadas cargas, usando balas blindadas o monolíticas, puede ser utilizado con los elefantes, donde la ley lo permita.

Cazadores famosos como John H. Taylor “Pondoro” en su libro RIFLES & CARTUCHOS AFRICANOS se declara admirador del 9,3 x 62 y Kevin Robertson, veterinario, cazador profesional y autor de varios libros de caza africana posee un BRNO en este calibre con el que se han cazado más de 600 búfalos.

Con estos cartuchos, como con todos, es muy importante la elección de la bala en función del animal que estemos cazando. Reservaremos las más pesadas (más de 18 g.) y duras (Orix, Barnes X, solid, monolíticas, etc) para los animales africanos de mayor corpulencia. Para su uso en Europa existen muchas cargas de diferentes marcas con balas entre los 13 y 17 gramos (Orix, Vulcan, KS, DK, H Mantel, Nosler, etc.) muy eficaces en nuestra fauna cinegética. En el caso de los rifles express es necesario atenerse a la munición con la que haya sido regulada la convergencia de los cañones. En los rifles monotiro, semiautomáticos o de cerrojo basta con ajustar los sistemas de puntería a la munición utilizada.

Estos cartuchos disparan balas pesadas y relativamente lentas, por lo cual no están indicados para disparos muy lejanos, a más de 220 o 250 metros, pero en distancias cortas (hasta los 200 m.) como es el caso de nuestras batidas, monterías y algunos recechos a ciervos y corzos su eficacia es sorprendente con un altísimo poder de parada y muy cortas distancia de fuga de los animales heridos, con la condición imprescindible de que el cazador cumpla con su parte y coloque el impacto en el sitio adecuado.

En Europa Central, naciones con mucha más tradición de caza con rifle que nosotros, son dos de los cartuchos más valorados para estas modalidades de caza. Su versatilidad, principalmente la del 9,3 x 62 se ha visto incrementada con la aparición en los últimos años de varios modelos de rifles semiautomáticos que lo disparan. Son dos cartuchos que a pesar de tener más de 100 años, son plenamente vigentes en la actualidad y no han sido superados. Todos los cazadores que conozco y lo han usado, yo entre ellos, lo consideramos insuperable para la caza en batida o montería.

SISTEMAS DE PUNTERÍA

SISTEMAS DE PUNTERÍA

 

 

De nada sirve disponer del mejor y más caro rifle y de la más potente munición si no somos capaces de colocar la bala en un punto vital de la anatomía del animal que estemos cazando.

Para ayudarnos a conseguir este propósito están los diferentes sistemas de puntería que complementan a nuestras armas. Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes y es más o menos interesante y apropiado en función del tipo de cacería, el terreno, la distancia de disparo y el animal cazado.

El sistema más antiguo, clásico, robusto y sencillo son las miras abiertas constituidas por un alza y un punto de mira. Cuando queremos disparar a corta distancia y sobre un animal en movimiento el alza debe tener una forma en V bastante abierta con una fina marca dorada o blanca en su vértice. El punto de mira debe ser redondo, muy visible y no demasiado pequeño. El ajuste debemos hacerlo a 50 metros, de forma que colocando el punto en el vértice de la V el impacto sea tangente con él en su zona superior, de esta forma conseguimos que la zona tapada del animal sea la mínima posible y una trayectoria de la bala válida hasta 100 metros. Las alzas cerradas (diopter), las que tienen muescas pequeñas, redondas o cuadradas y los puntos de mira redondos pequeños o en tablón son más adecuados para los disparos de precisión en el campo de tiro que para la caza. Existe una variante de este sistema en el que el alza se sustituye por una rampa con un perfil en V y una línea que guía la vista lo cual facilita bastante el encare haciéndolo más rápido. Este sistema de puntería de miras abiertas tiene la gran ventaja de ser sencillo y robusto pero también tiene inconvenientes, con la edad perdemos capacidad de acomodación de la vista, viendo borrosos los objetos cercanos como es el alza y si corregimos este defecto mediante unas gafas entonces vemos borrosos los objetos lejanos. Otro problema es que en disparos lejanos el punto de mira tapa mucha superficie del blanco o del animal dificultando la precisión.

Actualmente existen diferentes sistemas electrónicos de puntería, los más conocidos y usados son los visores holográficos y los de punto rojo. Tienen la gran ventaja de no verse influidos por los defectos de acomodación de la vista debidos a la edad ni por el defecto de paralaje que se produce si no apuntamos exactamente en el eje del visor. Al no tener aumentos son muy rápidos para encarar y apuntar con los dos ojos abiertos y son  una de las mejores opciones que dispone el cazador para la caza en batida, con disparos cercanos y sobre animales en movimiento. Sus defectos son dos, al ser electrónicos están más expuestos a tener averías y además dependen de pilas para su funcionamiento. El tamaño del punto (entre 1 y 3 M.O.A.) hace que a más de 100 metros tape bastante superficie del blanco o del animal, limitando su precisión.

El tercer sistema que vamos a ver lo constituyen los visores ópticos. Es el más versátil y preciso pero hay que tener mucho cuidado en la elección del modelo que más se adecue a nuestras necesidades. Los visores pueden ser de aumentos fijos ( 4x  6x  8x etc. ) o variables que son mucho más útiles Existen modelos pensados para el rececho y disparos a gran distancia sobre animales que están generalmente quietos, tienen muchos aumentos y poco campo de visión ( 2,5-10 x 50,  3-12 x 56, etc.) siendo poco aconsejables para cazar en batida. Otros están pensados para los disparos cercanos y rápidos sobre animales en movimiento, como es el caso de las batidas, tienen pocos o ningún aumento y mucho campo de visión ( 1,1-4 x 24,  1-6 x 24 etc. ). Los hay que están pensados para el tiro crepuscular o al amanecer en los aguardos y recechos, situaciones en las cuales hay poca luz y por ello necesitan objetivos de gran luminosidad ( 50 o 56 mm ) siendo grandes y pesados. También existen visores que pretenden ser polivalentes y servir en situaciones variadas ( 1,5-6 x 42,  1,7-10 x 42 etc.). Desde hace algunos años se fabrican visores ópticos que incorporan un sistema de punto rojo facilitando la puntería sobre todo en situaciones de poca luz o en disparos rápidos. Es muy importante elegir correctamente el visor que más nos conviene para nuestra modalidad de caza, no hacerlo así significaría muchos fracasos debidos exclusivamente a nuestra equivocada elección.

Habitualmente damos mucha importancia al sistema de puntería, siendo motivo de muchas horas de hablar y discutir sobre las bondades o inconvenientes de cada sistema. No tenemos en cuenta la gran importancia que tiene el tenerlo bien ajustado con la munición que vamos a disparar, estar muy entrenado en su uso en las diferentes situaciones de caza en que nos podamos encontrar y conocer bien la anatomía del animal que estemos cazando para conseguir colocar el impacto en una zona vital.

CONSULTA SOBRE TENENCIA Y TRANSPORTE DE CUCHILLOS DE CAZA

CONSULTA SOBRE TENENCIA Y TRANSPORTE DE CUCHILLOS DE CAZA

 

 

En los últimos días, la A.E.R,  Asociación Española de Rehalas, ha recibido diversas solicitudes de información por parte de los socios, sobre la tenencia y transporte de CUCHILLOS DE REMANTE, a raíz de la denuncia emitida por agentes de la Guardia Civil, a un rehalero, por portar un cuchillo en el coche, cuando regresaba de montear con sus perros.

Tras consultar con nuestro Gabinete Jurídico, podemos comunicar que:

  • Los cuchillos de caza se clasifican por el vigente Reglamento de Armas dentro de la categoría 5ª.1 que se refiere a “Las armas blancas y en general las de hoja cortante o punzante no prohibidas”. Este artículo hace referencia a las armas blancas prohibidas que son los denominados “puñales” de cualquier clase y las navajas llamadas “automáticas”. Se consideran puñales las armas blancas de hoja menor de 11 centímetros de dos filos y puntiaguda.
  • En consecuencia, cualquier cuchillo de los denominados de remate para la caza mayor será un arma blanca legal si tiene más de 11 centímetros. Si tiene menos de 11 centímetros no podrá tener doble filo. Lógicamente todas los cuchillos que utilizan los perreros para el remate de las reses tienen más de 11 centímetros por lo que serían armas blancas legales.
  • En cuanto al tipo de licencia que hace falta para este tipo de cuchillos, el vigente Reglamento de armas establece en su artículo 106 que “La adquisición y tenencia de armas de la categoría 5ª.1, es libre para personas mayores de edad”. En consecuencia no se exige ningún tipo de licencia para la adquisición y tenencia de estas armas.
  • Por otro lado la vigente Ley de Seguridad Ciudadana impone una serie de restricciones  a la tenencia de armas, prohibiendo su tenencia en lugares públicos o cuando no se justifique la necesidad de llevarla consigo. En el caso que nos ocupa, parece lógico que los perreros lleven sus cuchillos en el coche cuando volvían de cazar con sus perros, por lo que su tenencia está plenamente justificada y en consecuencia entendemos que no deberían ser objeto de sanción alguna.
     
     
    Para más información: www.aproce.es

ARMAS Y MUNICIONES PARA CAZAR EN BATIDA II

ARMAS Y MUNICIONES PARA CAZAR EN BATIDA (2)

 

 

Autor: Miguel Iñigo Noain

Debido a las numerosas consultas que recibimos y a las dudas planteadas por los cazadores a la hora de elegir el conjunto ARMA – MUNICIÓN más apropiado para obtener buenos resultados en la caza en batida, que es la modalidad de caza mayor más practicada en Navarra, volvemos a tocar este tema que ya lo hemos visto en ocasiones anteriores.

La modalidad de caza practicada y los animales cazados condicionan el tipo de arma y las municiones más adecuadas. Las batidas y monterías de caza mayor, en Navarra, se caracterizan porque los disparos se hacen a corta o media distancia, generalmente menos de 50 metros, a unos animales, jabalíes, corzos o ciervos, que pasan a la carrera, perseguidos por los perros y es habitual que dispongamos de pocos segundos para reconocerlos, apuntar y disparar.

ARMAS

El arma que debemos utilizar debe ser ligera, corta y manejable para conseguir un encare lo más rápido posible y debemos estar muy habituados a usarla. Si tuviésemos que elegir el arma ideal sería un rifle express, yuxtapuesto o superpuesto según nuestro gusto pues ninguno de los dos sistemas tiene ventajas definitivas sobre el otro, son armas más cortas que cualquier otra de igual longitud de cañón y disponemos de dos disparos (hoy en día existen de tres) muy rápidos y sin fallos pues sus mecanismos son independientes. Un inconveniente de estas armas es que suelen ser caras pues no admiten la mediocridad en su fabricación y conseguir una buena convergencia de los cañones, para que ambos disparos impacten dentro de un círculo no mayor de 8 cm. a 100 metros, es una labor larga, delicada y al alcance solo de unos pocos expertos. Otro inconveniente es que a pesar de una buena convergencia de los cañones no están pensados para disparos a más de 100 o 150 metros, con la condición de utilizar siempre la misma munición con la que han sido regulados en fábrica. Existen otras armas, emparentadas con los express como son los rifles mixtos (un cañón de rifle y otro de escopeta), los drilling (dos cañones de escopeta y uno de rifle o al revés), etc. menos conocidos.

Otra arma adecuada para la batida a pesar de ser bastante larga es el rifle semiautomático, más económico y preciso que el anterior, pero que no debe engañarnos por su rápida capacidad de disparo pues lo más importante es asegurar el primero. Confiar en poder repetir los tiros sobre un animal corriendo es arriesgarse a fracasar. Su mecanismo de repetición es delicado y requiere un correcto mantenimiento para evitar interrupciones o encasquillamientos.

El rifle de cerrojo, en contra de lo que muchos piensan, es un arma perfectamente adecuada para la caza en batida si se elige uno del calibre adecuado y que tenga un cañón de no más de 56 cm. Son rifles robustos, sencillos, seguros, fiables y muy precisos, incluso los más económicos. La única condición, como con cualquier otra arma, es asegurar el primer disparo.

Las armas de corredera o trombón y las de palanca, siendo también muy efectivas en las batidas apenas si se conocen entre los cazadores de nuestros cotos.

La escopeta, sobre todo si es semiautomática o de corredera, del calibre 12 y con cañón especial para disparar balas, es también un arma válida, teniendo en cuenta que por las características de su munición su alcance efectivo y preciso se limita a 60 o 70 metros.

Toda arma necesita para ser eficaz un buen sistema de puntería que nos asegure el impacto en el punto deseado. Si tenemos en cuenta las cortas distancias a las que habitualmente se dispara en batida y que el animal suele estar en movimiento, un buen sistema de alza y punto de mira bien ajustado puede ser suficiente, pero con la edad perdemos capacidad de acomodación visual y resulta difícil ver con nitidez el alza. En este caso es necesario recurrir a sistemas holográficos, de punto rojo o visores ópticos de pocos aumentos y gran campo de visión ( 1– 4 x 24 o 1-6 x 24 ) con iluminación o sin ella, especiales para la caza en batida. No debemos caer en el error de utilizar visores de muchos aumentos, pensados para otras modalidades de caza con disparos a gran distancia y no válidos para nuestras batidas y monterías por su pequeño campo de visión y dificultad para encarar un animal en movimiento.

MUNICIONES

La causante de la muerte de un animal es la bala, importa poco desde que arma se haya disparado. Es necesario impactar con la bala adecuada (calibre, estructura y peso) en el punto preciso de la anatomía del animal, afectando a órganos vitales y produciéndole una muerte rápida sin sufrimiento.

Cuando un animal se siente perseguido y en peligro, pone en marcha sus mecanismos de autodefensa, lo cual le confiere mayor resistencia a los impactos de las balas que estando en reposo. Al realizar los disparos sobre animales corriendo, es más difícil apuntar correctamente a zonas vitales de su anatomía. Por todo ello es conveniente utilizar municiones más potentes que las necesarias para cazar a rececho o en espera, modalidades en las que disparamos sobre animales quietos, desprevenidos y en reposo.

Los cartuchos mínimos para cazar en batida serían el 270 Winchester, 280 Remington, 7 x 64, 7 x 65 R y equivalentes con balas de al menos 150 grains. y punta redonda.

Mejor opción, pero no la ideal, son el 308 Winchester, 30 – 06, 8 x 57, 8 x 57 R, etc. con proyectiles de 160 a 180 grains. que sean muy expansivos y no demasiado duros

Los mejores cartuchos para cazar en batida son los que disparan balas de mayor calibre y más pesadas aunque sean más lentas como el 444 Marlin, 450 Marlin, 35 Wheelen, 9,3 x 62, 9,3 x 74 y similares, con pesos de bala entre 230 y 280 grains., estos proyectiles soportan bien el atravesar pequeños matorrales sin desviarse ni fragmentarse y tienen gran poder de parada. Estos cartuchos no tienen una trayectoria muy tensa pero son adecuados, algunos de ellos, para disparos hasta 200 metros, distancia más que suficiente cuando se caza en batida. Su retroceso, en el arma adecuada, es moderado.

Los cartuchos “Magnum”, 7mm. Remington Mag., 300 Winchester Mag., 8 x 68 S, 338 Winchester Mag. etc. son válidos pero producen mayor retroceso y exigen ser disparados, para obtener de ellos todo su rendimiento, con cañones más largos (al menos 61 cm.) lo cual hace que las armas sean más largas y pesadas. Estos cartuchos están pensados más para cazar a rececho y a grandes distancias que en batida. Los modernos MAGNUM CORTOS, tan de moda, no aportan ventajas apreciables sobre los tradicionales que llevan muchos años demostrando sus virtudes.

Cuando fallamos, no debemos culpar automáticamente al arma ni al cartucho. Todas las armas, visores y municiones son buenas si se utilizan en las modalidades de caza para las que han sido diseñadas. Culpa nuestra es si no hemos sabido elegir correctamente nuestro equipo y no estamos entrenados en su uso, todo deportista dedica muchas más horas a entrenarse que a competir y nosotros pensamos que podemos guardar las armas al acabar la temporada de caza, habiendo disparado solo en 2 o 3 ocasiones y que al volver a utilizarlas al cabo de 6 meses estemos perfectamente entrenados para acertar con nuestros disparos, grave error, causa de muchos fracasos.
      

ARMAS Y MUNICIONES PARA CAZAR EN BATIDA

ARMAS Y MUNICIONES PARA CAZAR EN BATIDA

 

 

 

Autor: Miguel Iñigo Noain.

La modalidad de caza practicada condiciona el tipo de arma y las municiones más adecuadas. Las batidas y monterías de caza mayor se caracterizan porque los disparos se suelen hacer a corta o media distancia, generalmente menos de 50 metros, a unos animales que pasan a la carrera, perseguidos por los perros y que lo habitual es que dispongamos de pocos segundos para reconocerlos, apuntar y disparar.

ARMAS

El arma que debemos utilizar debe ser ligera, corta y manejable para conseguir un encare lo más rápido posible y debemos estar muy habituados a usarla. Si tuviésemos que elegir un arma ideal sería un rifle express, yuxtapuesto o superpuesto según nuestro gusto pues ninguno de los dos sistemas tiene ventajas definitivas sobre el otro, son armas más cortas que cualquier otra de igual longitud de cañón y disponemos de dos disparos (hoy en día existen de tres) muy rápidos y sin fallos pues sus mecanismos son independientes. Uno de sus mayores inconvenientes es que suelen ser caros pues no admiten la mediocridad en su fabricación y conseguir una buena convergencia de los cañones, para que ambos disparos impacten dentro de un círculo no mayor de 7 cm. a 70 metros, es una labor larga, delicada y al alcance solo de unos pocos expertos. Otro inconveniente es que a pesar de una buena convergencia de los cañones no están pensados para disparos a más de 100 o 150 metros con la condición de utilizar siempre la misma munición con la que han sido regulados en fábrica. Existen otras armas, emparentadas con los express como son los rifles mixtos, los drilling, etc. menos conocidos.

Otro arma adecuada para la batida a pesar de ser bastante larga es el rifle semiautomático, más económico y preciso que el anterior, pero que no debe engañarnos por su rápida capacidad de disparo pues lo más importante es asegurar el primero. Confiar en poder repetir los tiros sobre un animal corriendo es arriesgarse a fracasar. Su mecanismo de repetición es delicado y requiere un correcto mantenimiento para evitar interrupciones o encasquillamientos.

El rifle de cerrojo, en contra de lo que muchos piensan, es un arma perfectamente adecuada para la caza en batida, es robusto, sencillo, seguro, fiable y muy preciso incluso los más económicos. La única condición, como con cualquier otra arma, es asegurar el primer disparo.

Las armas de corredera o trombón y las de palanca, siendo también muy efectivas en las batidas apenas si se conocen entre los cazadores de nuestros cotos.

La escopeta, sobre todo si es semiautomática o de corredera, del calibre 12 y con cañón especial para disparar balas, es también un arma válida, teniendo en cuenta que por las características de su munición su alcance efectivo y preciso se limita a 60 o 70 metros.

Toda arma necesita para ser efectiva un buen sistema de puntería que nos asegure el impacto en el punto deseado. Si tenemos en cuenta las cortas distancias a las que habitualmente se dispara en batida y que el animal suele estar en movimiento, un buen sistema de alza y punto de mira bien ajustado puede ser suficiente, pero con la edad perdemos capacidad de acomodación visual y resulta difícil ver con nitidez el alza. En este caso es necesario recurrir a sistemas holográficos, de punto rojo o visores ópticos de pocos aumentos y gran campo de visión ( 1– 4 x 24 o 1-6 x 24 ) con iluminación o sin ella, especiales para la caza en batida. No debemos caer en el error de utilizar visores de muchos aumentos, pensados para otras modalidades de caza y no válidos para nuestras batidas y monterías.

MUNICIONES

La causante de la muerte de un animal es la bala, importa poco desde que arma se haya disparado. Es necesario impactar con la bala adecuada (calibre, estructura y peso) en el punto preciso de la anatomía del animal, afectando a órganos vitales y produciéndole una muerte rápida sin sufrimiento.

Cuando un animal se siente perseguido y en peligro, pone en marcha sus mecanismos de autodefensa, lo cual le confiere mayor resistencia a los impactos de las balas que estando en reposo. Al realizar los disparos sobre animales corriendo, es más difícil apuntar correctamente a zonas vitales de su anatomía. Por todo ello es conveniente utilizar municiones más potentes que las necesarias para cazar a rececho, modalidad en la disparamos sobre animales quietos, desprevenidos y en reposo.

Los cartuchos mínimos para cazar en batida serían el 270 Winchester, 280 Remington, 7 x 64, 7 x 65 y equivalentes con balas de al menos 150 grains. y punta redonda.

Mejor opción, pero no la ideal, son el 308 Winchester, 30 – 06, 8 x 57, etc. con proyectiles de 160 a 180 grains. no demasiado duros.

Los mejores cartuchos para cazar en batida son los que disparan balas de mayor calibre, lentas y pesadas como el 444 Marlin, 450 Marlin, 35 Wheelen, 9,3 x 62, 9,3 x 74 con pesos de bala entre 230 y 280 grains., estos proyectiles soportan bien el atravesar pequeños matorrales sin desviarse ni fragmentarse y tienen gran poder de parada. No tienen una trayectoria muy tendida pero son adecuados para disparos hasta 200 metros, distancia más que suficiente cuando se caza en batida. Su retroceso, en el arma adecuada, es moderado.

Los cartuchos “Magnum”, 7mm. Rem. M., 300 Win. M., 338 Win. M. etc. son válidos pero producen mayor retroceso y exigen ser disparados con cañones más largos (al menos 61 cm.) lo cual hace que las armas sean más largas y pesadas. Estos cartuchos están pensados para cazar a rececho y a grandes distancias. Los modernos MAGNUM CORTOS, tan de moda, no aportan ventajas apreciables sobre los tradicionales que llevan muchos años demostrando sus virtudes.

Cuando fallamos, no debemos culpar automáticamente al arma ni al cartucho. Todas las armas, visores y municiones son buenas si se utilizan en las modalidades de caza para las que han sido diseñadas. Culpa nuestra es si no hemos sabido elegir correctamente nuestro equipo y no estamos entrenados en su uso, todo deportista dedica muchas más horas a entrenarse que a competir y nosotros pensamos que podemos guardar las armas al acabar la temporada de caza, habiendo disparado solo en 2 o 3 ocasiones y que al volver a utilizarlas al cabo de 6 meses estemos perfectamente entrenados, grave error, causa de muchos fracasos.

XXIV JORNADAS
CAZA Y NATURALEZA
ADECANA

ANUNCIO EN RADIO

JORNADAS DE ADECANA